Bacterias Fitopatógenas: Morfología, Diagnóstico y Control.
Diversos géneros de bacterias son capaces de originar enfermedades en las plantas, muchas de ellas causan importantes pérdidas económicas a nivel mundial y son capaces de afectar a un número bastante considerable de especies vegetales, sin embargo no todas son dañinas, también se pueden encontrar bacterias benéficas. Las bacterias fitopatógenas ocasionan por lo general manchas, mosaicos, pústulas en hojas y frutos, o podredumbres malolientes de tubérculos hasta la muerte de las plantas.
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Dos clases de procariontes son capaces de ocasionar enfermedades en las plantas: las bacterias, que se caracterizan por tener una membrana celular una pared celular rígida y, con frecuencia, uno o más flagelos, y los mollicutes, conocidos también como organismos semejantes a micoplasmas (MLO), los cuales carecen de pared celular y sólo poseen una membrana unitaria típica.
Las bacterias fitopatógenas son conocidas desde 1882 y se encuentran numerosas especies que son capaces de causar importantes enfermedades en las plantas. Dentro del grupo de las bacterias fitopatógenas se encuentra un grupo conocido hoy en día “bacterias fastidiosas” que por muchos años se les conocieron como “organismos semejantes a las rickettsias” que fueron descubiertas en 1972.
Generalidades de las bacterias.
Las bacterias son organismos simples, células procariotas individuales. Se conocen 1600 especies de bacterias que ocasionan enfermedades en plantas y animales. La mayoría son organismos saprófitos que participan en el proceso de descomposición de muchos organismos. Muchas especies producen enfermedades en el hombre y en los animales, por ejemplo: la tuberculosis, la neumonía y la fiebre tifoidea, la brucelosis y el ántrax.
Distintas especies de bacterias constan de numerosos patovares (variedades patógenas) esto significa que algunas cepas sólo difieren debido a las especies vegetales que ellas infectan. Podemos conseguir bacterias con numerosas formas, puedes ser elipsoidales, filamentosa, pueden tener forma de espiral, de coma, filamentosas o tener forma de bastón, la mayoría de las bacterias fitopatógenas tienen forma de bastón
Muchas de ellas poseen flagelos que cumplen con la función de motilidad, aunque también hay muchas que son estáticas y muchas de ellas son capaces de producir esporas.
Características de las bacterias fitopatógenas.
La gran mayoría de las bacterias fitopatógenas tienen forma de bastón, solo las del género Streptomyces, que es filamentosa. Los bastones por lo general son más o menos cortos y de forma cilíndrica, en los cultivos jóvenes, tienen una longitud que va de 0.6 a 3.5 milímetro y un diámetro de 0.5 a 1.0 micrómetro.
El 98% son Gram – , solo los géneros Corynebacterium, Clavibacter, Leifsonia, Rathayibacter, Rhodococcus, Curtobacterium (Microbacteriaceae) y Streptomyces (Streptomycetaceae) son Gram +.
Las colonias de las distintas especies de bacterias varían en tamaño, forma, forma de los bordes, elevación y color u otras características, en ocasiones dichas variaciones son características de una determinada especie como es el caso de la pigmentación fluorescente (Pseudomonas fluorescens). Las colonias de la mayoría de las especies son de color blancuzco o grisáceo, aunque algunas son amarillas, rojas o de otros colores. Algunas producen pigmentos que se difunden en el agar.
Las células bacterianas tienen paredes celulares delgadas, relativamente firmes y un poco rígidas que son bastante distintas a la membrana citoplásmica interna pero que en ocasiones parece integrar y fusionarse con la capa mucilaginosa externa o la cápsula. La pared celular incluye el contenido de la célula y permite la entrada al flujo de nutrientes y la salida de desechos, enzimas digestivas y otros productos emitidos por la célula bacteriana.
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Reproducción (Fisión Binaria).
Las bacterias que son Fitopatógenas y que tienen forma de bastón se reproducen mediante el proceso asexual conocido como «fisión binaria» o «fisión». Ésta se reproduce por la invaginación de la membrana citoplásmica hacia la parte central de la célula, formando un tabique membranoso transversal que divide al citoplasma en dos partes aproximadamente iguales. Durante el proceso se secretan o sintetizan dos capas del material de la pared celular (continuando con la pared celular externa), entre las dos capas de la membrana.
Cuando la pared celular sufren el proceso de fisión, el material nuclear se organiza en una estructura circular en forma de cromosoma, la cual se autoduplica y se distribuye por partes iguales entre las dos células formadas a partir de la célula en división.
Las bacterias se reproducen a una velocidad sumamente rápida. En condiciones favorables, las bacterias pueden dividirse cada 20 minutos, de ahí que una bacteria se divida en dos, dos en cuatro, cuatro en ocho y así sucesivamente.
Las bacterias necesitan comunicarse para poder generar una infección, desde hace pocos años se estudia el mecanismo de comunicación entre las bacterias, este nuevo y fascinante mecanismo de comunicación intercelular se le ha denominado “detección de quórum” (quorum sensing).
Las bacterias utilizan señales químicas extracelulares para coordinarse en acciones como la producción de antibióticos, la transferencia de plásmidos, la síntesis de polisacáridos y exoenzimas relacionados con la virulencia en patógenos, la formación y maduración de biofilmes o la esporulación.
¿Cuáles son los síntomas producidos por las bacterias fitopatógenas?
Al igual que ocurre con los hongos, las bacterias son capaces de desarrollar en la planta numerosos síntomas. Produce marchitamientos, crecimiento excesivo, cancros, tizones foliares, sarnas, cancros, producciones de raíces, frutos y demás órganos.
Cualquiera de estos síntomas puede ser producido por bacterias, además de que mucho de ellos también vienen acompañados por un olor fétido, incluso muchas veces se puede observar el flujo bacteriano (signo de la enfermedad). Una forma simple de determinar si una enfermedad es causada por una bacteria, es mediante la realización de un corte en la lesión típica o zona decolorada cerca de tejidos sanos y suspenderlo en una gota de agua en un portaobjetos.
Diferentes géneros de bacterias están íntimamente ligadas a varios síntomas, por ejemplo Agrobacterium sólo producen crecimientos excesivos o proliferación de los órganos, pero los géneros Corynebacterium y Pseudomonas también son capaces de producir crecimiento excesivo. Dos especies del género Streptomyces sólo producen sarnas o lesiones en los órganos subterráneos de las plantas.
Control de las enfermedades bacterianas.
Las enfermedades bacterianas son muy difíciles de controlar, un caso muy común es el HLB (HuangLongBing de los cítricos) que aún no se le consigue una cura, una enfermedad bastante agresiva que está acabando con los cítricos a nivel mundial.
El uso de variedades resistentes a ciertas enfermedades bacterianas es una de las mejores formas de evitar grandes pérdidas. El uso químico no ha sido tan exitoso a la hora de atacar bacterias, es más efectivo para controlar las enfermedades de origen fúngico.
De todos los productos químicos que usan en forma de aspersiones foliares, los compuestos de cobre han dado los mejores resultados. El caldo bordelés, los compuestos a base de cobre y el Kocide son los que se usan con mayor frecuencia en el control de manchas foliares y tizones bacterianos.
Actualmente también se está llevando a cabo diferentes investigaciones con extracto vegetales (algodón de seda) y con bacterias antagonistas.
Video informativo: La enfermedad bacteriana que podría acabar con los cítricos.
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